En plena moda del vermut y del gusto por lo artesano y tradicional, queremos reivindicar los aperitivos regionales franceses: bebidas que abren el apetito, acompañan la elección y espera de la comida y preparan nuestras papilas gustativas para los platos que van a llegar.
Si algo saben nuestros vecinos franceses es de gastronomía y de disfrutar de la vida. La cultura del aperitivo cuenta con bastantes bebidas regionales que rivalizan con el vermut, la cerveza y algunos vinos en los momentos previos a la comida, especialmente si esta va a ser copiosa y larga. Hemos elegido cinco aperitivos regionales franceses que nos parecen interesantes de conocer y probar si tenéis la oportunidad.
Pineau de Charentes
El Pineau de Charentes mezcla mosto con aguardiente de coñac envejecido al menos un año. Debe servirse a una temperatura de entre 8 y 10 grados y marida muy bien con foie y quesos. Se pueden utilizar muchos tipos de uva distintos para el mosto pero deben haber sido cultivados en el área designada dentro de la Denominación de Origen. Además, tanto el jugo como el aguardiente deben proceder del mismo viñedo. Es una bebida ligeramente dulce y afrutada que cuenta con versiones envejecidas hasta 5 años.
Floc de Gascogne
El Floc de Gascogne tiene la misma estructura que el anterior, pero en este caso mezcla armagnac joven con mosto de uvas provenientes de tres zonas del sur de Francia (Lot y Garona, Gers, y las Landas). Una vez mezclado, reposa en bodegas durante al menos 10 meses. Predomina también el sabor dulce y suele tomarse fresco.
Pommeau
En Bretaña y Normandía sustituyen la uva por la manzana para producir este fantástico aperitivo que se encuentra en casi todos los restaurantes de la zona. En este caso, mezclan zumo de manzana fermentado con Calvados, deteniendo este proceso y dejando cierta cantidad de azúcar en el mosto. Después lo envejecen en barricas de roble durante al menos un año para que la manzana coja un sabor caramelizado. Su perfil de sabor es dulce por lo que acompaña bien los foies y los quesos de aperitivo.
Cartagène
El cartagène es un aperitivo típico de la zona del Languedoc y se acerca más que los anteriores al perfil de sabor de un vermut, ya que combina mosto de uva, aguardiente de vino neutro y especias aromatizantes. La peculiaridad es que no está permitido añadir azúcar, ya que solo con los azúcares residuales que provienen de detener la fermentación del mosto, el Carthagène puede alcanzar los 150 gramos por litro. Al igual que los anteriores aperitivos vínicos de los que hemos hablado, algunas bodegas dejan envejecer la mezcla en barricas de roble buscando aromas rancios, muy apreciados en destilados añejos. Esta variedad se marida con quesos de sabor potente como el roquefort.
Hypocras
El hipocrás era una bebida popular en la Edad Media que se tomaba caliente en invierno. Se preparaba con vino, miel y especias como la nuez moscada, el jengibre, el clavo o la canela. Actualmente es típico de la zona del Alto Loira en Francia y se bebe frío como aperitivo. Al ser bastante fácil de preparar, algunas familias lo elaboran en fiestas y algunos restaurantes lo tienen en carta. Tiene menos graduación alcohólica que los anteriores al no tener ningún destilado entre sus ingredientes.
La moda del kilómetro cero y la puesta en valor de las tradiciones gastronómicas locales está haciendo resurgir los aperitivos regionales franceses, especialmente en restaurantes y tiendas de cocina local. Bebidas que son historia pura y que suelen producirse con materias primas de la zona. Si viajáis a Francia no os olvidéis de mirar la página de aperitivos de los menús y disfrutar con estas bebidas. ¿Las habéis probado? ¿Conocéis alguna otra?