Cada vez más personas toman conciencia de la importancia que tiene un alimentación sostenible y saludable. Es importante llevar a cabo unos hábitos de vida que reduzcan el impacto medioambiental. Pero esta iniciativa no sólo se enfoca en la alimentación, sino también en reutilizar los recursos y los productos que normalmente tiraríamos a la basura una vez usados.
Por todo esto, los empresarios de este sector que quieren lograr la sostenibilidad han aumentado, ya que les llevará a ahorrar en costes y mejorar la productividad. Pero, sobre todo, a aportar su granito de arena reduciendo lo máximo posible la contaminación y el impacto ambiental que producen estas empresas.
El mundo de las Coctelerías se suma a este proyecto
Hoy en día estamos cada vez más acostumbrados a la sostenibilidad en restaurantes, pero, ¿qué pasa cuando queremos ir a tomar algo? ¿No tenemos la opción de ir a un sitio donde se preocupen por el medio ambiente? La respuesta es sí. Cada vez más coctelerías se han concienciado sobre este problema, que nos afecta a todos, y también se han querido sumar a este proyecto.
Esta tendencia poco a poco está ayudando a crear conciencia en los clientes e incluso los empleados de estos lugares, ya que tanto la procedencia como el uso de los recursos están muy controlados. Un ejemplo de ello es la reutilización de los materiales, como los limones y las naranjas.
Estas frutas sirven de adornos en los cócteles, pero ¿qué ocurre con la piel cuándo sólo necesitamos el jugo? Muchos lo usan para adornar, otros para aromatizar, y otros incluso para crear posavasos. Parece algo descabellado, pero esta idea se le ocurrió a una de las mejores coctelerías en España, Paradiso, situada en Barcelona, quienes empezaron con el simple hecho de reemplazar las pajitas de plástico por unas hechas de bambú.
Los socios de Paradiso cuentan que al empezar el año 2020 tenían la necesidad de encontrar un propósito para todos aquellos desechos que dejaban los ingredientes que usaban para decorar sus cócteles. Y con mucho orgullo nos han demostrado que lo han conseguido, creando unos originales posavasos totalmente biodegradables. También nos explican la creación de servilletas negras de solo un uso, con material ecológico. Para todo esto, les ayudó la tecnología de una empresa especializada en la creación de moldes y vajillas para revolucionar la decoración gastronómica.
Al juntar el material de Paradiso con la tecnología de dicha empresa, han hecho posible la creación de materiales totalmente sostenibles. Todo esto nos lo cuentan ellos mismo en el siguiente vídeo, donde nos explican cómo surgió todo y lo que ha supuesto este gran cambio.
Por último, cabe destacar que en este tipo de bares hay que tener en cuenta el uso del agua y los hielos. Por ello, ya existen máquinas que lo producen de una manera más ecológica, evitando tener que comprar bolsas hechas de plástico.
La sostenibilidad más allá de la península.
Parece que en España es difícil encontrar coctelerías sostenibles fuera de la península, pero nada más lejos de la realidad. Ejemplo de ellos son dos de ellas situadas en Mallorca, donde el producto local y reutilización son las claves de sus cartas. Hablamos de Chapeau 1987 y Ginbo, donde colaboran con la sostenibilidad y promueven la economía circular que tiene, entre otros objetivos, reducir la huella de carbono y los residuos.
Chapeau 1987 está especializada en whisky, cuenta con más de 150 referencias, y es conocida por sus cócteles clásicos para los que utilizan productos craft de primera, zumos naturales o el hielo artesanal de bloque para todo lo que se sirva con hielo. Ginbo es una referente de la coctelería mallorquina que destaca por sus ginebras y por su ambiente desenfadado, está separada por 100 metros de Chapeau 1987 y también forma parte de Ginbo Grup.
El socio de grupo Ginbo, Matías Iriarte, bar manager de Chapeau 1987, ha impulsado, junto al equipo de ambas coctelerías, el uso del producto local y la implicación de productores y artesanos mallorquines. De hecho, la carta de Chapeau 1987, que “Madrid Cocktail Week 2020” presentó el concepto y fue premiada como el mejor menú de cócteles de España en Fibar 2020, lleva el título de Paisajes de Mallorca, todo un homenaje a los pueblos de interior, a la sierra de Tramuntana y al mar que rodea la isla, a través de colores, sensaciones, sabores, pero, sobre todo, de productos.
Entre estos productos locales producto los protagonistas son sus 12 tragos únicos: melón, miel, albaricoques de Porreres, naranjas y limones de Sóller, higos de la finca de Son Mut en Llucmajor, hinojo marino, aceitunas, tomate de ramallet, sandía o licor de palo mallorquín, entre otros.
Hay que añadir que, hasta los ingredientes utilizados en los cócteles se han trabajado minuciosamente, ya que en el caso de Chapeau 1987, los vasos de la carta y su diseño se han realizado en una de las pocas fábricas de vidrio soplado que quedan en España. Y, en el caso de Ginbo, apuestan más por dar homenaje a todas las nacionalidades y culturas que enriquecen la ciudad de Palma.
Por otra parte, durante la elaboración de los tragos, Chapeau 1987 y Ginbo buscan dar las máximas vidas posibles a un producto para reducir la generación de residuos. Por ejemplo, de un limón pueden obtenerse varias elaboraciones, como una crema o una pulpa, y gracias a la incorporación de nuevas maquinarias, como la deshidratadora, obtienen destilados de frutas como la mandarina, aprovechando al cien por cien todo el producto.
Un esfuerzo que vale la pena.
Empezar a ser respetuoso con el medio ambiente quizá lleve una serie de esfuerzos extras al principio. Para los restaurantes o coctelerías es un gran paso, pero a la larga les llevará a múltiples beneficios en todos los sentidos.
Concienciarnos de la importancia de todas estas acciones está en manos de todos, por ello hay que fomentar las visitas a este tipo de locales, dando la importancia que se merecen y ayudándoles también a que puedan contribuir al medio ambiente. Porque al final también está en nosotros el hacer de este mundo un lugar mejor.