Descubre el secreto de la originalidad del whisky de malta más puro. Los Single Malt son “Scotch” elaborados en una única destilería y con un solo tipo de malta de cebada. El más puro alma de Escocia destilado en una bebida profunda, vieja y dorada.
Whisky de Malta, hecho únicamente con malta de cebada, agua y levadura
El whisky de malta es una de las bebidas con más historia en el universo de los destilados. La primera mención documentada de la llamada “agua de vida” apareció en un documento del año 1494 que recoge la concesión del Rey Jacobo IV de Escocia a Fray John Cor de Lindores Abbey de ocho boles de malta para elaborar “aqua vita”.
Desde entonces, el whisky de malta ha tenido un millón de vidas. Desde los primeros negocios familiares a las destilerías clandestinas, hasta convertirse en el siglo XIX en una de las bebidas destilada por excelencia.
Hoy en día también se elaboran whiskies más diferentes y arriesgados, como el Glenfiddich IPA que envejece en barricas de cerveza IPA, pero en este post queremos destilar el más puro espíritu Scotch concentrándonos en los Scotch Whisky Single Malt.
¿Qué diferencia a un Single Malt de otros Scotch?
Su origen y elaboración. Podemos clasificar el Whisky de Malta en 5 grandes categorías:
– Single Malt: elaborado en una única destilería con agua, levadura y malta.
– Single Grain Scotch; elaborado en una única destilería pero al que, además de agua y malta de cebada, se le añaden otros cereales.
– Blended Malt: mezcla de dos o mas Single Malt de diferentes destilerías
– Blended Grain: mezcla de dos o más Single Grain Scotch Whiskies de varias destilerías escocesas
– Blended Scotch Whisky: mezcla de uno o más Single Scotch con uno o más Single Grain whiskies.
¿Son los blended por ello peores whiskies? Ni mucho menos. Existen grandes blended mezclados con maestría hasta alcanzar el aroma, textura y matices inmejorables. Un ejemplo interesante del potencial de los blended, es el caso de Compas Box una propuesta trasgresora e irreverente que está reinventando el mercado.
¿Cuál es la edad mínima de un Single Malt?
Un Whisky escocés de malta Single Malt debe añejarse un mínimo de 3 años en barricas de un máximo de 700 litros. Si bien, es curioso el tema de la edad de un whisky. Aclaremos que un Single Malt no es un Single Cask. Este último es elaborado en una única destilería con destilado procedente de una única barrica.
En un Single Malt el maestro mezclador elige maltas de distintos barriles hasta conseguir la mezcla perfecta de maltas que confieren los matices y aromas deseados.
Según las leyes europeas, la edad del whisky que aparece en la etiqueta debe ser la de la malta más joven del destilado. Por lo que en un Single Malt de 12 años podemos encontrarnos maltas con más de 30.
La edad no lo es todo en un Single Malt. Por eso, han surgido los whiskies NAS (No Age Stament) en los que el destilador informa en la etiqueta otros aspectos que pueden aportar más características diferenciales al producto.
¿Cómo catar un Single Malt?
Antes de la cata, es importante que dejemos oxigenar el whisky un mínimo de 5 minutos, y que lo mantengamos en boca unos 15 segundos. Si queremos que el whisky despliegue sus aromas, podemos añadir agua o un hielo que ayuden a abrir su estructura y matices.
No siempre es fácil discernir las diferencias de los whiskies en una cata. Por eso, las destilerías escocesas han empezado a clasificarlos en un Mapa de sabores que sirva de guía.
Este mapa se basa en 4 grandes características: ahumados, ligeros, con madera y delicados..
– Ahumados (Smoky): tienen ingentes cantidades de turba que puede aportar hasta 50 aromas diferentes, desde notas medicinales a intensos aromas de arenque.
– Con madera (Rich): estos whiskies tienen una marcada personalidad a madera, junto a la que pueden aflorar aromas de vainilla propios del roble americano o los frutos secos habituales en el roble francés.
– Delicados (Delicate): son whiskies carentes de turba, por lo que tienen una personalidad más accesible. Son especialmente recomendados para neófitos.
– Ligeros (Light): presentan notas más frescas: cereales, fruta o césped recién cortado. Son un reflejo del esmero y cuidado que pone cada destilería durante la fermentación de la malta.
Llegados a este punto, mucho mejor que hablar de whisky de malta es descubrirlo y compartirlo. ¿Te animas?
¡Nos bebemos!