25 Nov Los retos del brandy español
El brandy es el destilado tradicionalmente más español. Se produce a partir de una materia prima tan enraizada en nuestra cultura como la uva y se añeja, sobre todo en el caso del brandy de Jerez, mediante el sistema de criaderas y soleras, un proceso único que exportamos históricamente a otras bebidas como el ron. Sin embargo, como nadie es profeta en su tierra, el brandy es un producto más apreciado fuera de nuestras fronteras que aquí. En España, a pesar de los esfuerzos del sector se sigue percibiendo como un destilado pasado de moda, mientras que en otros países el brandy es sinónimo de estatus y calidad. Hemos hablado con varios expertos acerca de la situación actual y sobre cuáles creen que son las claves para aumentar el consumo de brandy en nuestro país.
Durante los primeros meses de 2020, el brandy estaba experimentando subidas de más del 20%. Pero llegó la pandemia. El cierre de la hostelería durante meses en todo el mundo fue un tremendo varapalo para todas las bebidas espirituosas. El brandy en cambio, con un consumo menos social y más hogareño -especialmente en Alemania y los países nórdicos- resistió particularmente bien. “La pandemia afectó a las ventas, especialmente en mercados como el asiático, donde las restricciones fueron más duras y se declaró la prohibición de venta de alcohol. En el resto de países, las ventas en las grandes superficies y tiendas especializadas así como la venta online destinada al consumo en el hogar pudieron, en cierta manera, ayudar a compensar las pérdidas en el canal HORECA”, confirma Gonzalo Medina, Director de Marketing Internacional de Bodegas William & Humbert, que además afirma contundente, “el futuro del brandy es prometedor”.
Matías Iriarte, Brand Ambassador de Bodegas Suau, nos cuenta que el consumo de brandy Suau “se ha mantenido relativamente estable gracias al equilibrio entre las exportaciones y el consumo en Baleares, ya que a nivel local somos un producto muy arraigado a la cultura gastronómica popular. Estamos viviendo una subida notable en países como Estados Unidos o Alemania, así como en países nórdicos que tienen relación con Mallorca como Suecia o Noruega”.
Alicia Marcos, Brand Manager de Carlos I, nos da algunos datos esperanzadores: “En los próximos años se esperan crecimientos en la mayoría de los mercados en los que tenemos presencia, como España (11,2%), Filipinas (11,9%), EE. UU. (7,3%) o China (10%), crecimiento que se mantendrá incluso en otros mercados clave más maduros como Alemania”.
Parece que los alemanes, nórdicos, chinos, rusos y europeos del este son grandes consumidores de nuestro brandy, especialmente en el hogar. Pero, ¿qué podemos hacer para poner en valor este magnífico producto en nuestro país? Los expertos coinciden en cinco palancas de crecimiento para la categoría.
1. Nuevos productos: premiumnización y rejuvenecimiento
Ante la tendencia general del mercado de “beber menos pero mejor”, las bodegas de brandy están revisando sus porfolios y creando nuevos productos prémium adaptados a los gustos del consumidor. Ángel Piña, Global Chief Commercial & Marketing Officer de Emperador Distillers, cree que “hay que buscar oportunidades de diferenciación y captación de nuevos nichos a través de productos enfocados en lo que busca el consumidor final: líquidos suaves, amables, que apetezca ser disfrutados”. No en vano han lanzado recientemente productos como el Fundador Sherry Cask Solera para combinar con refresco, la premiada gama Fundador Supremo o Fundador Triple Madera.
Además de nuevas referencias, las bodegas están cambiando el diseño de botellas y etiquetas para hacerlas más atractivas. Gonzalo Medina de Bodegas William & Humbert nos cuenta que su “gama Gran Duque de Alba acaba de renovar su imagen, tratando de que este nuevo diseño se asocie con una marca contemporánea, moderna y vibrante, pero siendo fieles a nuestras raíces”. Cree, además, que un importante reto para el brandy es “rejuvenecer la categoría”.
2. Formación del canal y el consumidor
Matías Iriarte tiene claro que la formación es imprescindible para convencer tanto a profesionales como a consumidores. “Desde hace 5-6 años, Bodegas Suau apuesta por la formación, las visitas a la bodega y el trabajo estrecho con la hostelería a todos los niveles para poner en valor el carácter artesanal y gastronómico de nuestros productos”. Eugeni Brotons, Global Marketing Director de Bodegas González Byass lo confirma: “es clave la formación al consumidor para que conozca aspectos como la procedencia de la uva, su elaboración, su origen y, por tanto, su nobleza”.
Las visitas a las bodegas de brandy, ahora que el turismo enológico está tan extendido, pueden ser una buena manera de conquistar tanto al visitante extranjero como al local. Emmanuel Dupont-Machet, consultor en spirits y champagne y embajador de marca, propone para ello “modernizar los centros de visita del Triángulo mágico de Jerez, mostrando su legado e historia pero también con una forma de comunicar actual, creando una experiencia. El brandy es la liturgia del vino adaptada al mundo del destilado por lo que está completamente ligado a la cultura gastronómica”.
Los maridajes de brandy son otra vía para sorprender al nuevo consumidor. “El brandy es excelente para maridar con propuestas como el chocolate negro, los quesos curados, los frutos secos, el turrón o los sabores picantes de la cocina mexicana”, enumera Gonzalo Medina de Bodegas William & Humbert.
3. Nuevas formas de consumo
En el imaginario popular está todavía la idea errónea de que el brandy se toma en copa ancha mientras se calienta con la mano. “Estos rituales no favorecen el disfrute. Aunque espectacular, calentar la copa no ayuda a mejorar la experiencia. En mi opinión hace lo contrario: al potenciar las notas alcohólicas, hace el trago más difícil de beber”, asegura Emmanuel Dupont-Machet. Además de empeorar la experiencia gustativa, esta imagen aleja al consumidor joven, que necesita otras fórmulas para adentrarse en la categoría. Sin duda, una de ellas es la coctelería, tanto la recuperación de recetas clásicas como el uso de brandy en combinados. Emmanuel nos explica que “el brandy está en el origen de la coctelería y de hecho la mayoría de cócteles clásicos tenían como base un alcohol de origen vínico. El brandy aporta a los cócteles un plus de aroma e intensidad. La toma de conciencia por parte de los bartenders es lenta pero si toda la industria rema en la misma dirección se podrán conseguir mejores resultados”.
Aunque es un proceso lento, cada vez más profesionales se están convirtiendo en abanderados de esta categoría. Una de las herramientas para lograrlo es la organización de actividades específicas que pongan el brandy en el radar de consumidores y hosteleros. “Nosotros estamos apoyando este territorio con actividades en el punto de venta como la participación en la exitosa Madrid Cocktail Week o la creación de los “Brandy days” en las coctelerías más top del territorio español. Además, trabajamos el universo de la gastronomía con maridajes sorprendentes con afamados restaurantes o marcas reputadas de alimentación”, nos cuenta Alicia Marcos, Brand Manager de Carlos I.
Todos los expertos consultados coinciden en que el brandy es un excelente ingrediente de coctelería por su versatilidad y complejidad. Matías Iriarte de Bodegas Suau cree que hay que hacer “especial hincapié en el mundo de la coctelería como aliado para poner en valor el producto y actuar como prescriptor de cara al cliente final. También trabajar en combinados y mezclas más sencillas para establecimientos menos especializados siguiendo la estela del gin-tonic, que tanto éxito ha tenido en nuestro país”.
4. “Marca país” y productos locales
“Tras la pandemia, el consumidor busca destilados que tengan además de calidad relación con la cultura y su origen. Los brandies de mayor valor añadido pueden tener una gran oportunidad en el futuro por la percepción del brandy como “marca país”, y como un producto singular y de calidad”, afirma Eugeni Brotons de Bodegas González Byass. Ángel Piña de Emperador Distillers por su parte, añade que “es fundamental seguir reivindicando lo local, apostar por nuestro legado y tradiciones, por una producción 100% realizada en España y todo lo que esto conlleva”.
Ya hemos visto que esta asociación con España funciona muy bien fuera de nuestras fronteras; el turista que echa de menos sus vacaciones nos recuerda a través de una copa de brandy, pero también el que desea visitarnos o tiene una imagen idealizada de España y sus vinos. Veremos si la tendencia por los productos locales y tradicionales ayuda a poner en valor el brandy también en nuestro país.
5. Las sherry casks
Si hay una cosa que todos los bebedores de destilado en todo el mundo entienden como sinónimo de calidad y excelencia son las barricas de Jerez. Como afirma Ángel Piña, que tiene entre sus referencias los conocidos brandies Fundador, “estas botas son objeto de deseo de otros destilados, como los mejores whiskies single malt del mundo, que han sabido apreciar sus cualidades y las han incorporado en sus procesos de envejecimiento. Como compañía líder, tenemos la responsabilidad de poner en valor todo esto que tenemos para dar el reconocimiento que merecen nuestras marcas”.
Por su parte, Gonzalo Medina de Williams & Humbert añade, “los sherry casks juegan un papel muy importante en el envejecimiento de destilados. Nuestros sherry casks son muy demandados y somos importantes proveedores de este tipo de botas”. Si los bebedores de whisky y ron valoran tanto el uso de barricas de jerez en el añejamiento de sus marcas favoritas, ¿por qué no se fijan en el brandy que las usa como parte de su proceso?
La polémica de la edad promedio
Hasta ahora, la legislación europea obligaba a incluir la edad de la gota más joven en la etiqueta de productos como el whisky y el brandy. Sin embargo, en el brandy de Jerez el sistema de criaderas y soleras ha medido siempre su edad como promedio. “El brandy de Jerez da más importancia al dónde que al cuánto tiempo envejece el destilado. En Jerez se habla siempre de promedio, sobre todo de la vida de las botas, que antes de envejecer brandy han envejecido vinos de Jerez durante décadas” afirma Emmanuel Dupont-Machet. Esto ha sido hasta ahora un hándicap a la hora de poner en valor las referencias más prémium ante un consumidor acostumbrado a juzgar el líquido por su edad.
Sin embargo, el nuevo reglamento europeo de bebidas espirituosas ha decidido reconocer para el brandy español y portugués el sistema de criaderas y soleras y permitir reflejar en el etiquetado el tiempo de envejecimiento medio, siempre calculado con un sistema aprobado por la Unión Europea y supervisado por la autoridad competente. Hasta ahora el envejecimiento se identificaba con las denominaciones Solera, Solera Reserva y Solera Gran Reserva que correspondían con 6 meses, un año y 3 años de edad mínima, aunque en este último se podían rebasar fácilmente los 12, 15 o 18 años de edad media. Algunas marcas como Fundador habían optado por incluir en la etiqueta estas cifras, pero siempre referidas a la edad de las botas y no del líquido. Este cambio ayudará a poner en valor los productos y ayudarlos a competir con otras categorías de añejamiento estático como el whisky.
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