Mixología primaveral: tragos para celebrar el equinoccio

La primavera no llega en silencio. Aunque seguimos con manga larga, el sol ya se deja sentir, los días se alargan y las terrazas vuelven a la vida. Es el momento de la renovación y, cómo no, de brindar con cócteles que celebran esta nueva estación. Y aunque hoy lo celebremos con una copa en mano, esta tradición de brindar por la llegada de la primavera viene de mucho antes de que existieran los shakers y los vasos de cristal.

Cócteles y rituales

Desde la antigüedad, el equinoccio ha sido motivo de celebraciones con bebidas especiales. Los romanos brindaban con vino especiado, los celtas preparaban infusiones de hierbas y las culturas prehispánicas fermentaban maíz y miel. Con el tiempo, estas tradiciones dieron paso a bebidas como el ponche y el cup. El ponche, con destilados, cítricos, especias y un líquido base como té o agua, es una receta simple pero versátil. El ron suele ser el protagonista, y combinar ron blanco y oscuro aporta más profundidad. Si prefieres romper la ortodoxia, cualquier otro destilado funciona: la coctelería es ante todo creatividad. El tequila blanco, con su perfil herbal y fresco, es una opción perfecta para darle un giro primaveral.

El cup es una versión ligera y burbujeante, generalmente hecha con vino, sidra o cerveza, a la que se le añaden frutas, hierbas frescas y un toque efervescente. En el pasado, incluso se añadían verduras, especialmente pepino. Asociado a bacanales y rituales de cosecha, el cup es tan
versátil como visualmente atractivo, ideal para brindar con la llegada de la primavera. En España, esta tradición se refleja en la sangría, que combina vino, frutas y, en ocasiones, licor, manteniendo viva la costumbre de compartir bebidas en buena compañía.

Ingredientes de temporada

Si el otoño nos lleva al mundo de las especias y el invierno nos abraza con sabores cálidos y amaderados, la primavera es un festival de notas florales, verdes y afrutadas. Algunas combinaciones clave para esta época incluyen:

• Destilados ligeros: ginebra, pisco, raicilla y tequila blanco, con sus perfiles botánicos y frescos, se convierten en grandes aliados.
• Frutas de temporada: pomelo, lima, fresas y cerezas aportan acidez y dulzura natural.
• Hierbas aromáticas: albahaca, menta y romero elevan cualquier cóctel con su frescura y profundidad.
• Flores comestibles y licores florales, como la lavanda o el licor de flor de saúco, que añaden un toque elegante y fragante a los cócteles primaverales.

Estas notas no solo definen la temporada, sino que también son perfectas para darle un giro primaveral a los cócteles clásicos.

Un punch para compartir: «Equinoccio Punch»

Nada reúne mejor a la gente que un buen punch. Más que una simple bebida, es una invitación a compartir, a llenar la mesa de colores y aromas vibrantes. Su equilibrio entre destilados, frutas frescas, hierbas y un toque de burbuja lo convierte en una opción versátil y festiva, ideal para darle un aire primaveral a cualquier reunión.

Ingredientes (para 4 a 6 personas, 15% ABV aprox.):
• 150 ml de ron blanco
• 150 ml de ron oscuro
• 80 ml de sirope de flor de saúco (o cualquier sirope floral)
• 120 ml de jugo de limón fresco
• 100 ml de jugo de pomelo fresco
• 200 ml de agua con gas (o soda)
• Rodajas de lima, fresa y algunas hojas de menta fresca
• Hielo (para la ponchera y vasos)

Instrucciones:
En una ponchera grande, mezcla el ron blanco, el ron oscuro, el sirope de flor de saúco, el jugo de limón y el jugo de pomelo. Añade rodajas de lima, fresa y hojas de menta fresca. Llena la ponchera con hielo y agrega el agua con gas o soda. Remueve suavemente y deja que los
sabores se integren.

Sugerencia de presentación:
Este punch luce espectacular cuando lo sirves en vasos altos, decorados con rodajas de frutas y ramitas de menta. Si te gana la creatividad, añade unas flores comestibles o incluso un toque de pepino para hacerlo aún más refrescante y visualmente atractivo (pero no te pases; recuerda que no es una ensalada).

Un cup para relajarse: «Bacchus’ Bloom»
El cup es la definición de un cóctel relajado y elegante. Ligero, refrescante y con el equilibrio perfecto entre vino, frutas y hierbas, es ideal para quienes prefieren algo más sutil pero igual de festivo. Su versatilidad permite jugar con distintos destilados y licores, adaptándose sin esfuerzo a cualquier ocasión primaveral.

Ingredientes (para 4 a 6 personas, 13,2% ABV aprox.):
• 480 ml de vino blanco seco (elige un vino ligero y fresco, como un Alvariño o Sauvignon Blanc)
• 120 ml de ginebra
• 80 ml de licor de flor de saúco
• 40 ml de sirope simple
• Rodajas de pepino, fresa y limón
• Hojas de menta fresca
• Agua con gas (aproximadamente 200 ml)

Instrucciones:
En una jarra grande, mezcla el vino blanco, ginebra, licor de flor de saúco y sirope simple. Añade rodajas de pepino, fresa, limón y las hojas de menta fresca. Llena la jarra con hielo y deja reposar unos minutos. Completa con agua con gas para darle ese toque burbujeante y refrescante.

Sugerencia de presentación:
Sirve en copas de vino con hielo y decora con más rodajas de frutas y menta. Si quieres impresionar a tus invitados, también puedes agregar flores comestibles, como lavanda o petunias. Y un toque de pepino en el vaso no solo es elegante, sino que le da un frescor extra.

Un brindis con propósito
Recibir la primavera no es solo una excusa para cambiar de cócteles; es una invitación a jugar con los sabores, explorar nuevas combinaciones y, por qué no, demostrar que detrás de cada trago bien hecho hay alguien que sabe lo que está haciendo. Así que esta temporada, deja que la coctelería haga su magia y brinda como se debe: con un cóctel que realmente capture la esencia del equinoccio. Porque, al final, un buen cóctel no solo se bebe. Se celebra.

Andrea Currello
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