BARTENDER O PADRE

Mi cercana paternidad me ha hecho reflexionar mucho sobre una gran dilema.

¿Seguir creciendo en una industria que tanto adoro, o tener un horario normal y más compatible con el día a día de mi hijo?

Uno primero se apasiona con el mundo de la mezcla, luego viene el matrimonio y termina empujando un carrito de bebé. Me sirve de consuelo que estos últimos meses muchos compañeros estén en mi situación y otros vayan por el mismo camino. Cuando yo empecé en esta industria, hace ya 12 años, ni por asomo pensaba en carritos, potitos y biberones. Pero todos maduramos y muchos estamos casados. Ahora hay que encontrar lo que llaman conciliación familiar. Disfrutar la paternidad en una industria que no siempre es compatible con una vida hogareña saludable, es una ardua tarea.

Trabajar 50 horas semanales y luego otras tantas en casa con pocas horas de sueño es muy agotador. Llegados a este punto, muchos otros padres que puedan ser abogados, médicos o pilotos de naves espaciales, pueden decirme que la diferencias no existen. Todos los bebés lloran y todos se ponen enfermos, y tú tienes que compaginar con los proveedores, el pago de nóminas…..

Pero intentar llegar a las 4 de la mañana cuando todo el mundo cree que tú por ser anfitrión nunca descansas hasta el amanecer, os puedo asegurar que es una lucha.

Cuando llego a casa, vivo por y para mi familia. Cada minuto es para ellos. Levantarse tarde y beber hasta el amanecer es algo impensable en mi día a día. Ahora degusto y bebo menos porque sentirse bien por la mañana es mucho más importante. Hago la misma cantidad de trabajo, pero durante el día y tengo que organizar mis horarios para que, al menos, uno de los padres esté siempre con el bebé. Nos sentamos al comienzo de cada semana y planificamos dónde va a estar nuestro hijo.

Pero lo realmente difícil es acostarse a las 4 de la mañana y  que a las 7 tu hijo se despierte porque tu mujer tiene que irse a trabajar. Eso es realmente agotador. Pero, tal vez esa razón y ese compromiso que creas con tu hijo, te hacen mejorar cosas y aspectos que repercuten en tu hijo y en general en la futura sociedad de la cual tu hijo vivirá. Y qué mejor espacio que tu bar repercutiendo en aspectos como el medio ambiente y siendo más sostenible en tu empresa. Tender siempre al consumo responsable y cuidando más el detalle.

Pero no hay cosas más gratificante que verle sonreír e implicarse en hacer cócteles de frutas con su pequeña coctelera.

MYO
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